Los supermercados comenzaron a ofrecer los productos importados, son muchos más baratos que los nacionales
En un movimiento destinado a mitigar el impacto de la inflación, los supermercados han comenzado a introducir una variedad de productos importados, ofreciendo precios significativamente más bajos en comparación con sus contrapartes nacionales. Los primeros en llegar a las góndolas incluyen alimentos básicos como café, atún, pastas, cervezas y chocolates, provenientes principalmente de países limítrofes como Uruguay y Brasil, así como de Europa.
Por ejemplo, las latas de atún desmenuzado de la marca ecuatoriana “Bulnez” se venden a $985, una fracción del precio de las opciones nacionales. Sin embargo, se destaca que estas diferencias de precios pueden reflejar diferencias en la calidad, como en el caso del atún desmenuzado de la marca “Máxima” a $700.
El café también presenta una alternativa más económica con las cápsulas italianas de marcas como “Viaggio” y “Lavazza”, que se ofrecen a precios significativamente más bajos que las opciones locales.
Aunque algunos productos importados muestran reducciones significativas de hasta un 75% en comparación con sus equivalentes nacionales, esta rebaja no se aplica uniformemente a todas las categorías. Los artículos más gourmet o especializados tienden a mantener precios más cercanos a sus contrapartes locales. Esta diferencia destaca la importancia de evaluar detenidamente las opciones disponibles para los consumidores, quienes podrían encontrar oportunidades de ahorro en productos básicos mientras que optan por productos más especializados basados en preferencias individuales.
En la próxima fase del plan de importación, programada entre agosto y diciembre, se anticipa una expansión en la variedad de productos disponibles en los supermercados. Desde pan lactal hasta galletitas y mermeladas, se espera una oferta más amplia que brinde a los consumidores una mayor diversidad en sus elecciones. Esta medida busca no solo aumentar la disponibilidad de productos básicos, sino también ofrecer opciones que contribuyan a diversificar la oferta en el mercado local.
Este movimiento forma parte de un plan de importación en tres etapas diseñado por el gobierno, que busca recuperar stocks de productos desaparecidos debido a restricciones previas y ampliar el surtido con productos especializados en las siguientes fases. Se espera que este plan tenga un impacto gradual en la inflación, aunque su evaluación completa se realizará hacia finales de año.