Eso le dijo una profesional de la subsecretaría de Niñez e Infancia de Ramallo a cargo de Lorena Gómez a un hombre en la comisaría I de nuestra ciudad, luego, de que con la fuerza policial y personal de la Guardia Urbana lo trasladaran a la dependencia policial junto con su mujer y sus hijos, que más tarde fueron encerrados en el hogar San Hipólito de San Nicolás. Tras una pesadilla, el juzgado de familia desestimó los argumentos de la oficina municipal y volvió a restituir a los menores a sus padres. La familia va a iniciar acciones legales contra el municipio.
Walter Escotoni, Laura Jimenez y sus tres hijos de 2, 4 y 9 años llegaron el 21 de abril a Ramallo y a partir de ese momento fueron víctimas de una pesadilla. Según dijo Escotoni, en una larga entrevista que le brindó a “Franja de Noticias”, llegaron de casualidad a nuestra ciudad ya que cuando se disponían a viajar hacia la provincia de Tucumán, donde el cabeza de familia trabajaría de chofer de camiones, se les rompió el eje del tráiler en el que trasladaban sus pertenencias. Al notar que les iba a llevar tiempo arreglar el desperfecto de su vehículo decidieron anotar a su hija de 9 años a la escuela, se dirigieron al consejo escolar para solicitar que su hija pueda ir a un establecimiento educativo al menos a presenciar y allí le informan que le anotarían a la nena en la escuela N° 1 y cuando se fueran de nuestro partido se irían con el pase. Hasta ahí todo iba bien, el problema fue cuando se acercó a la Subsecretaría de Niñez e Infancia por consejo de otra persona a pedir algún tipo de ayuda y, según comentó, lo trataron muy mal y lo derivaron a la secretaría de acción social donde nuevamente no fue bien atendido.
A los pocos días, llega a la zona costera de nuestra ciudad, donde el hombre y su familia se alojaban en su tráiler, un móvil policial y dos camionetas de la Guardia Urbana de Ramallo y les solicitan que los acompañe a la Comisaria I de Ramallo. “Llegamos a la comisaria, la comisaria toda revolucionada, toda la gente está de Niñez e Infancia que no se ni quiénes son porque nunca se presentaron, estaban ahí, me separan las tres criaturas, de inmediato, ni bien llegamos, mi señora para un lado yo para otro, rodeados, unos delincuentes, unos chacales terribles nosotros para ellos. ¿Qué pasa? ¿Por qué me lleva la criatura así? Dije yo, si me pide a mí yo la autorizo a que la vea un psicólogo, un médico forense, quien sea, yo la autorizo pero no haga eso. “Deja trabajar ” me dice el comisario(Ochoezpuro). Las tres criaturas estaban en una habitación teóricamente con dos psicólogas, que sería el despacho del comisario. Al rato salieron y llamaron a mi mujer, después me cuenta ella que le preguntaban por qué anotaste a la nena en el colegio, por qué vinieron acá. Primero creo que es porque es un derecho. Después salen de ahí y esta mujer muy sueltita de cuerpo cuando yo hablaba me repetía “vos cerra el culo”. Después me acusaron de violento, me estaban sacando a mis tres hijos y adentro de una comisaria, si fui violento que saquen a toda la comisaria entera porque son unos incapaces. La cuestión es que me dicen que me van a llevar a los tres hijos y cuando yo le pregunto a la misma mujer a donde los iban a llevar me dijo que ella no me iba a decir” un carajo” a donde iban a llevar a los chicos.”
Luego de esta penosa situación el hombre comentó que sus hijos fueron encerrados en un colegio de menores de San Nicolás y que al tiempo el juez se los restituyo ya que no había elementos para que los chicos estuvieran lejos de sus padres. “Si tenían miedo de que nos quedemos a vivir en Ramallo, y ellos no querían eso, nos lo hubieran dicho y nosotros nos íbamos” dijo el hombre apenado.
Escotoni tratando de encontrarle una respuesta al maltrato de los funcionarios públicos de Ramallo comentó que quizás se equivocaron porque él decide irse a trabajar a Tucumán con toda su familia a cuestas ya que, según comentó el hombre, en San Miguel el ex marido de su esposa y padre de la niña de 9 años cada vez que salía de prisión iba a molestar a su casa cuando él estaba lejos. De hecho, la última vez que fue a molestar el ex marido de la mujer apuñaló al hijo de 2 años de Escotoni. “Quizá me confundieron con él” aseveró.