Educación y cultura no fueron las palabras en las que se basó la campaña política de Poletti. El nuevo gobierno Supo interpretar que los problemas inmediatos que la gente reclamó en las elecciones tienen que ver con salud, inseguridad, venta y consumo de drogas, desorden vial, generación de empleo, agua potable, asfalto, caminos transitables, transparencia, cloacas, acceso a gas natural, y hasta el ausente diálogo directo con los vecinos. Tal vez esto sea el motivo por el cual aun teniendo figuras con experiencia y que pueden estar a la altura de las circunstancias para ocupar la cartera de cultura, no se ha convocado alguien que se perciba como el mejor para desenvolverse en el cargo.
Es imposible negar o saltear las apariciones publicas radiales de Carol de los últimos tiempos. Mauricio, en 48 horas se convertiría en el nuevo Secretario, sub secretario o Dirección de Cultura del Partido de Ramallo, y a juzgar por el papel que actuó en su programa de radio, es difícil imaginarlo al frente de dicha área de gobierno.
Viene de un trabajo mediático cuestionable informativamente, criticado en cuanto lo periodístico, con un dudoso sentido del buen gusto, con un gran sentido del oportunismo para convertir un programa de radio de interés general en un show que no tiene límites a la hora de buscar audiencia a cualquier precio, incluso llegando a escandalizar con historias no documentadas, transmitir realitys de la desgracia ajena, meterse en la vida privada de gente que aún si fuera deshonesta y estuviera involucrada en serios ilícitos, sus vidas familiares y personales no deberían ser el blanco de ninguna persona, menos de un conductor, de un comunicador, y peor aún del dueño de un medio, sea cual fuera el interés que lo empujara. Esto le costó la fama de despellejador serial mediático, y si bien se pueden discutir que sea ética o moralmente aceptable, o no, Carol creó su propio perfil, ni bueno ni malo, pero esta impronta no lo acerca para nada al cargo al que fue premiado, lo que a todas luces ya es un desacierto incluso criticado desde las propias filas.
Lo cierto es que director del medio Radio Estilo, que acribillo a denuncias al gobierno de Santalla, volvió a exigir una pauta aparentemente exorbitante -en este caso a Poletti- que según versiones, inteligentemente le fue negada por el nuevo intendente. Pero de todas formas lo convocó para liderar los horizontes culturales de Ramallo. Carol se despidió de la conducción del programa matinal que el condujo los últimos dos años, y fue convocado para continuar la tarea cultural que inició el gobierno anterior. Esto representará un enorme desafío para Carol, ya que si Poletti quiere un mejor gobierno, deberá mejorar los muy buenos resultados del anterior sub secretario de cultura, y ampliar esos resultados, llevándolos a mucho más cantidad de gente.
La cultura de los pueblos no es una cuestión menor, salvo que uno traiga a la memoria el tratado que suscribió Menem con Estados Unidos en 1989, donde en pocas palabras se resumía a dinero fácil a cambio de destruir la educación y la cultura, cosa que concreto impecablemente el ex presidente. Si el objetivo de Poletti no tiene que ver con esa nefasta meta de “nivelar para abajo” y -permítannos el término- “ignorantizar” al pueblo, la tarea para Carol se ve como titánica.
Culturalmente hablando es imprescindible la inclusión a decenas de jóvenes a la deriva, o adultos, que en cualquier caso necesitan el aliento, el apoyo, la guía, de iniciativa y hasta el impulso del estado para iniciar un camino que les permita desarrollarse como seres humanos independientes, pensantes y capaces. La promoción de la cultura (léase cualquier tipo de desarrollo de la expresión de los vecinos con inquietudes en música, arte, escultura, dibujo, pintura, poesía, narrativa, comunicación, expresión corporal, etc,etc), no parece estar liderada por una de las figuras más adecuada de las que dispone el peronismo en Ramallo.
¿Le ponemos una ficha?
Pero, al igual que lo planteamos con el otro cargo al que accedería Mauricio Carol, en este caso, serán los propios ciudadanos los que juzguen al nuevo funcionario. Todos tiene derecho a demostrar sus capacidades y no es del todo correcto prejuzgar. Por lo pronto, es tiempo de esperanza y de ponerle una ficha, hasta ver qué sucede…. Nadie pretende que un Arturo Jautetche, a Saramago ni a Sábato en el cargo, lo que si esperamos es que quien represente culturalmente a Ramallo no sea una poetisa como Belén Francese ni un “Teto Medina” de la cultura. Esperamos algo mas. Y Carol tendrá que poner su máximo esfuerzo y trabajo duro, ya que dejó la actividad privada para ser un servidor público, y por el bien de todos, esperamos que realmente sus acciones y decisiones den frutos positivos, que en definitiva, es lo que importa.