Semanas atrás el merendero del barrio sur (como lo denominaron sus administradoras) fue inaugurado con la asistencia de aproximadamente 50 chicos. Chicos que no todos los días tienen la posibilidad de sentarse en su mesa y tener una taza de té, y ni que hablar de un plato de comida.
Vecinas que desean lo mejor para los niños del barrio son las que se están encargando de hacerles la merienda y preparar el lugar para que lo niños del barrio vallan no solo vallan a disfrutar de una taza de leche sino de un lugar familiar en donde serán escuchados si tienen un problema.
Son madres atentas y dedicadas que con amor y esmero se turnan para trabajar por sus hijos y por los de sus vecinos. Están llevándolo adelante con la ayuda de algunos comercios que donan galletitas, facturas o pan para que los chicos además de tomar una taza de té, mate cocido o leche puedan ingerir algún alimento sólido.
Fue indispensable la movilización de los vecinos del barrio sur para que sus necesidades sean escuchadas. Gracias a las campañas de recolección de ropa y elementos para mejorar las condiciones de vida de los vecinos que lo estaban necesitando por medio de Facebook, los tratos de algunos funcionarios, que anteriormente les habrían prometido ayuda que nunca llego y otros que se las habría negado hoy en día fueron revertidos y están realizando su trabajo como deberían. La secretaria de desarrollo humano se comprometió y les está proveyendo los insumos para que puedan hacer la merienda.
