Guillermo Lienhart junto con su esposa Mariela Felicioni le hicieron llegar a Ramallo Informa una carta de alerta por la desesperante situación que debieron pasar con su hijo de 5 años. La carta, que también circulo por las redes sociales, relataba cómo se dan cuenta que lo que estaba sucediéndole a su hijo era producto de una picadura de alacrán.
El sábado por la noche, el hijo de Guillermo Lienhart, ex secretarios de Obras y Servicio Públicos, comenzó a llorar desesperadamente. Cuando la madre acude a ver lo que le sucedía, el niño le dijo que le había picado algo. Al revolver las sabanas de la cama encuentran “un alacrán”. Inmediatamente llaman a la pediatra y por su recomendación decidieron viajar a Rosario. En medio del viaje, llegando al Monumento a Cabalén, el niño de 5 años de edad empieza a descomponerse. Por esta razón deciden llevarlo directamente a San Nicolás. Cuando llegaron a la UOM no tenían el antídoto, en consecuencia terminan el Hospital San Felipe donde pudieron asistirlo, ya que no solo tenían el suero antiofídico sino que el médico que los atendió contaba con el conocimiento adecuado sobre el tema.
El niño estuvo internado desde la madrugada del domingo en terapia intensiva hasta que se fue recuperando para luego el lunes por la tarde ser dado de alta.
Las palabras textuales que tanto Guillermo Lienhart como su esposa expresaban en la carta fueron: “Ahora nos queda la sensación de miedo. La impotencia de saber que en cualquier momento un minúsculo ser puede terminar con la vida de un niño. Y la necesidad de contar esto para que otros padres tengan el cuidado correspondiente. Muchas veces nos preocupamos por el dengue, o la hormiguita que dan en la tele pero convivimos con este indeseable arácnido que es realmente letal. Y que sepan que en estas circunstancias, sin desmerecer a los efectores de salud locales, y mucho menos al querido hospital Gomendio hay un lugar el HOSPITAL SAN FELIPE, que tiene el anti veneno. Y que cuenta con profesionales que saben cómo actuar y que hacer en estos casos. No se debe perder ni un minuto de tiempo, no hay que minimizar estas situaciones son extremadamente graves y el riesgo muchas veces es de vida”.